No somos más que aquello que recordamos. Un puñado de buenos momentos que nos esforzamos por revivir una y otra vez. Nos definimos a nosotros mismo cuando compartimos esos recuerdos, cuando relatamos nuestras historias para que adquieran forma, ya sea en papel o en la memoria de otros. Luego vienen los reproches por todo aquello que no hicimos, y otra vez relatos de lo que podía haber sido. En una eterna búsqueda de nuevos recuerdos que pueblen nuestra memoria necesitamos además personas a quién contárselos.

Relatos, reproches y recuerdos son entonces la razón por la que intentaré usar este espacio para una catarsis virtual donde cada mes espero ser capaz de registrar al menos un recuerdo que valga la pena, un relato que me haga soñar y una reproche que espolee mi displicencia.

El nombre ha sido fácil de escoger, lo llamaré «Pensamientos» porque muchas veces al pensar miento.