Alguien en junio

Alguien, como en la frase “he conocido a alguien”, como en aquella vieja manía de no dejar de pensar en ti. Alguien, lo digo en voz alta, lo repito para escucharme y sigo creyendo que hay trampa, que algo no encaja, que yo debía pasar el verano buscándome entre aeropuertos…que yo, como España, este verano no jugaba mundial.

Pero ha llegado alguien y ya no puedo escapar de aquí. De ese aquí constante de buenos días, dos puntos arterisco, dulces sueños y docenas de puntos suspensivo. Inexplicable dosis diaría de sinrazón. Frases suyas que acortan mis horas y me convierten en el único tipo feliz que espera el autobús. Hoy una mujer me dijo que hacía tiempo que no veía a alguien –otra vez alguien– escribir tan rápido, ni sonreír tanto, yo le dije: “la tendrías que conocer”.

Fuma

Fuma, como Rita o como Gilda, con las mismas espaldas de nadadora, hombros al aire y la presencia de alguien que sabe dónde mirar. Ríe, como alguien  –otra vez alguien–  a quien nunca le han hecho daño y sin embargo va por la vida dejando claro que no hay nada que temer. Muerde, persistiendo su sonrisa con mordiscos que duran días, perfecta excusa para confesarle las sensaciones de su boca acercándose a mí. Sueña, como hago yo con ella, que a lo mejor no estaba todo perdido y que cuando menos te lo esperas aparece quien contra todo pronóstico invierte la pirámide de prioridades de cosas pendientes por hacer. Ella. Alguien. Ella. Una y otra vez.

Junio con sus viajes, sus frustraciones, su karma y su reputa madre –perdón– sabe tan poco del futuro como nosotros pero cambiaba ya los 178 días que llevamos de 2014 por esos once minutos en el parque con vistas a Canary Wharf. Yo pensando que me había equivocado, ella –como siempre me pasa– varios pasos por delante de todo lo que iba a ocurrir. Cuántas veces tendrán que recordarme que no vale de nada analizarlo todo cuando un gesto basta para demostrarme lo poco que sé.

Los mayos siempre derrumbando castillos, este fue uno de los más duros y solo aquel que bien me conoce supo hacerme reaccionar, bastó un simple «¿estás bien?» para sacarme del letargo. Mea culpa, a veces pido ayuda a gritos en cuartos insonorizados y me desgañito esperando que me respondan: imposible por definición. Y aún así seguí gritando callado en junio y subí todo lo alto que pude intentando dejar atrás mis miedos y huí en tren, avión y barco de esa parte de mí mismo que no alcanzo a dejar atrás. Curiosamente en junio también quise escribir ese libro o mandarlo todo a la mierda y solo conseguí durante diez días no dormir dos noches seguidas en la misma cama, ni en la misma ciudad. Huyendo de mí tan rápido iba que cuando por fin me enfrento a este teclado lo primero que me sale es “alguien, he conocido a alguien” y todos los lastres pasan a segundo plano que es de donde nunca deberían salir. Y abusando como siempre de los símiles, es como si después de muchos años sin ver a una persona te dieras cuenta de verdad de cuánto –que es muchísimo– la has llegado a echar de menos, aún sin llegarla a conocer.

Intento autocensurarme, de verdad que no quería escribir justamente hoy, intentado evitar un “busy girl” de libro, pero nunca hay suficiente razones para callarme y me gusta pensar que algún día volveré a leer esto y me reiré. Me reiré mucho. Por cierto, para los que siguen este drama-diario, informó que busy girl y el ganador del Gran Hermano lo acaban de dejar y que me encantaría dedicarle –con cariño sincero– la letra de este temazo que me recuerda una frase a la que era adicto (pasado) y que esconde tanta cobadría como falta de ganas de enfrentarse a la realidad: “todo lo que pudo haber sido y no fue”.  http://youtu.be/L77XIfnJppA

I’ve got what I need but it’s not what I want
With these shifts that I work
it’s the best that I’ve got
I’ll see you again when we’re both off the clock
or I’ll find another girl
or I’ll find another job

Por último, déjame hacerte la confesión más grande de todas las ya hechas, déjame escribir la frase más importante de lo que llevamos de año. Déjame reconocerle a este escondido refugio de soliloquios inútiles que lo único que me apetece ahora mismo es hacer un Bill Murray con ella…y descubrir por mí mismo si este alguien es el nuevo contigo.

«If you have someone you think is the one, don’t just sort of think in your ordinary mind, think ‘Okay, let’s make a date,
let’s plan this and make a party and get married.’ Take that person and travel around the world. Buy a plane ticket for the two of you to travel all around the world and go to places that are hard to go to and hard to get out of. If when you come back to JFK, when you land in JFK and you are still in love with that person, get married at the airport!»

Hasta mañana Warsaw. Hasta pronto New York.