Nadie raciona mi tristeza

Nadie raciona mi tristeza, ni decide cuánto he de sufrir.
Por eso he venido a decirte que no quiero explicaciones.
Mis recuerdos no admiten perdones ni culpas. Ahórratelos.

La lastima es un sentimiento que aborrezco, prefiero tu silencio.
Y si antes de despedirte propones una última noche en vela,
recuerda que a menudo es fácil confundir amor con pena,
y compasión con ganas de follar.

Sé coherente, no cedas.
Arriésgate, no temas.
Olvídame, si es que puedes.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s